En mí corazón

Madre mía, observa junto a mí
aquellos radiantes destellos
y cálidos rayos de sol
aquellos pequeños recuerdos
que llevo guardados, en el corazón.

Recordemos los días pasados
y vivamos lo bello que fue
encogerme y dormir en tus brazos
y decirte al oído también:
mami, mami, yo sólo te amo,
y escucharte decir: ¡yo lo se!

Caminemos sin prisa al jardín
y tomemos tan sólo una flor
una flor que será para ti
como tierno recuerdo, en tú corazón.

Vamos madre y repite un consejo
que lo quiero escuchar de tu voz
para echarme a llorar al espejo
porque estaba guardado, en mí corazón.

Cada día, que sólo te veo
y tus pasos los puedo contar
me recuerdo que fuiste el ejemplo
para nunca dejar de expresar
gratitud al que hizo los cielos
y con todo su amor me formó
pero solo hay algo que quiero
y dar gracias, mil gracias a Dios
por dejar un hermoso recuerdo
que ha quedado grabado, en mi corazón.

Es tu ejemplo un bello recuerdo
son tus ojos, perlitas de amor
son tus brazos, cariño sincero,
el que llevo guardado, en mí corazón.

Custiones

¿Cómo poder decir todo?
si no existe comparación,
cada verso queda solo
en gotas de inspiración
y podrá quizá mezclarse
con unas bellas palabras
que terminan en mil frases
pero sólo dicen nada.

Es tan fuerte y muy profundo
el sentimiento que nace
desde que me trajo al mundo
y desde que le dije: ¡madre!
y entregó en cada gota
de su llanto, de su vida
una fuerza que me asombra
y se queda sumergida
en su enorme corazón
donde tan sólo respira
aquel aire de su amor,
que agradezco a cada día.

¿Cómo poder decir todo?
lo que siento en mi interior
cuando me atrapan sus ojos
con ternura, con calor
y me estremecen el alma
porque nunca me ven mal
y en un silencio se hallan
aunque le pueda fallar.

Sólo pienso que hace falta
tal vez, no decir nada
y acercarme sin palabra
y perderme en su mirada
con el llanto que ahora tengo
y decirle sin hablar
que sólo Dios siendo bueno
desde la eternidad
pensó entregarme un obsequio
que lo debo de cuidar
y con el alma lo entiendo
es mi madre… en verdad.