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miércoles, 9 de febrero de 2011

Aquí

Eres la ilusión que consume
los más íntimos y bellos suspiros
guardados en el centro de mí ser
y aceleras con tus manos los latidos
que viven siempre sumergidos
en el tesoro que has creado
con la llegada de tu querer.

Eres el cielo que ilumina
los pasos que hoy quise dar
porque aumentas con fuerza y vida
el sentir que me alimenta
para siempre respirar
y vivir con ese aliento
que hace fluir mi ser
con el amor que es inmenso
porque sólo tu querer
es lo que quiero para seguir
en este mundo sin alma
porque ahora que has llegado
has completado el espacio
que tenía el corazón
porque sólo quiso Dios
que llegaras hasta aquí
e hicieras hoy vivir
lo que una vez creí
que estaba moribundo
porque ahora sin cesar
doy mil pasos en el mundo
tomado de tus dos manos
que inspiran mi esperanza
porque fueron tantos años
que esperé a que llegaras
y ahora estás aquí
haciendo que este fluir
de amor que no termina
continúe siempre aquí
desde que llegaste a mí.

Eres la ilusión que consume
y hace latir mi ser
porque fluye, fluye y fluye
tan sólo con respirar
y sentir que estás aquí.

jueves, 3 de febrero de 2011

En tu camino

El viento puede soplar sin ruido
las nubes pueden cubrir el sol,
pero opaco y sin sonido
el día no ha de ocultar
lo intenso en tu mirar
y lo fiel que eres conmigo.

El fuego puede consumir
aún las rocas a montón,
pero nada puede cubrir
la belleza de tu amor
que entregaste tú por mí,
que entregaste mi Señor.

La vida puede llegar
al final de su camino,
pero se que más allá
de lo poco recorrido
he de encontrar en verdad
en tus brazos ¡Oh Dios mío!
la belleza de tu amor
y el inicio en tu camino.

El amor que tú me das

Sostuviste con tus manos
mis pasos primeros, al andar
y aquella palabra primera
te hizo también llorar,
mis dolores soportaste
y callaste junto a mí;
abrazaste con amor,
mis manos junto a tu rostro
y tus besos me durmieron
¡te pido que me des otro!
para dormir tan tranquilo
abrazado sólo a ti
y sentir que estoy vivo
porque hoy te tengo aquí.


Me vestiste con tus manos
y mis lágrimas secaste,
me cuidaste hasta el cansancio
y aún demás, tu trabajaste,
me cargaste en el camino
y mi rostro acariciaste,
estuviste ahí conmigo,
¡de que forma tú me amaste!


Me enseñaste a decir:
¡buenos días! al llegar
y al estar pronto a partir
¡buenas noches! mencionar,
tus consejos día a día
repetías sin cesar
y sabías que serían
necesarios para andar;
también cubriste mis pies
para el frío evitar
tantas cosas del ayer
hoy recuerdo, sin parar.


Muchas veces sin pensarlo
dije algo que dolió
¿como puedes olvidarlo,
si llegó a tu corazón?
ese amor que me has dado
es un regalo de Dios.

Muchos días pasarían
para tanto recordar,
poco tiempo es mi vida
para a ti poder pagar
y agradecer madre mía
el amor que tú me das.