Un recuerdo del ayer... ¡inolvidable año 2007!
La carrera de mi
vida
Una
lagrimilla se asoma
al
final, de mis ojos cansados,
en
la espalda, aun tengo el aroma,
el
residuo, de los días pasados,
en
los cuales no tuve,
más
que figuras y letras,
viajando
en el cielo,
de
mi mente, como nube,
transformando,
horas inciertas,
en
interminables gotas que queman,
y
se convierten en demoras,
y
lagunas mentales, aumentan,
o
la poca razón se borra.
Cada
mañana es un martirio,
agotado
lo empiezo,
y
agotado lo termino,
y
termina el tropiezo,
al
final del periodo,
cuando
no pude más,
que
decir nada,
en
mi mente solaz,
no
transcurrió palabra;
porque
quise decir,
lo
que no entendí,
o
aquel leve residuo,
de
algo que aprendí,
pero
se fue del camino.
Madrugadas
extensas,
frío
impecable y voraz,
son
lecturas inmensas,
y
de trabajos, aún mas;
veo
que todo se junta,
trabajo,
estudio y cansancio,
y
siento la tarde inmunda,
atormentada,
por un mal rato.
En
mi cabeza doy vueltas,
y
el dolor se vuelve mío,
conozco
ya mis jaquecas,
y
mucho más el motivo.
Quisiera
correr de aquí,
alejarme
de la tierra,
llegar,
a descansar por allí,
donde
nadie lo supiera.
Pero
comprendo ahora,
que
estas gotas de sudor,
serán
mañana gloria,
entregada
al creador.
Veo
al final la corona,
del
esfuerzo y del martirio,
sobre
una bella alfombra,
y
en una silla, de ejecutivo,
tomando
mil decisiones,
y
administrando mejor,
ya
sin mil confusiones,
con
una paz y un amor.
Mas
ahora solo queda,
seguir
como aún estoy,
esperando
el bus que llega,
donde
parado me voy,
o
colgando como simio,
esperando
llegar,
a
mi casa como siempre,
a
tratar de cenar,
y
continuar con mi fiebre,
que
me enseña lo que puede,
y
sé que la llamo así,
porque
me hace sufrir,
pero
de ella se aprende.
Fiebre
de estudio y de letras,
cálculos
financieros,
a
veces le doy mil vueltas,
y
mis respuestas son ceros.
Más
aún he de seguir,
administrando
mi día,
aprendiendo
a decidir,
en
la carrera, de mi vida.